domingo, 20 de julio de 2008

Y HAY ALGUNA LENGUA EN PELIGRO, SERÍA EL CATALÁN

"Si hay alguna lengua en peligro, sería el catalán"
El catedrático de Historia apuesta por la sensatez ante la polémica por el Manifiesto por la lengua común

Pedro Vallín Madrid 20/07/2008 En La Vanguardia

Posee José Álvarez Junco, leridano catedrático de Historia de la Universidad Complutense, y miembro del Consejo de Estado, un verbo vibrante. Racionalista y antinacionalista confeso - con tanta prevención ante quienes se envuelven en banderas autonómicas como estatales-, apuesta por la sensatez como bálsamo frente a polémicas simbólicas como la abierta con el Manifiesto por la lengua común.
Los impulsores del ´Manifiesto´ presumen de su redacción "higiénica" y una vocación inocua, de respeto a todas las lenguas. El texto no es lo importante, sino la intención que hay detrás. Quiere ser una voz de alarma, como si hubiera razones para preocuparse, lo cual se contradice en el propio Manifiesto,que subraya la condición de tercera lengua planetaria y la importancia creciente del castellano. Una de dos. Comprendo que en Catalunya el Manifiesto suscite alarma y se vea como una agresión. Pero lo que en Catalunya no se entiende es que entre los castellanohablantes también existe una alarma parecida por la salud del español en Catalunya. Se trata en ambos casos de una percepción falsa, pero más claramente en el caso del castellano, porque si alguna de las lenguas está en peligro, aunque yo no lo creo, esa sería el catalán. ¿Son angustias falsas? El público no vive el problema de la lengua como una cuestión grave. Hay una convivencia pacífica de las dos lenguas. Entonces, ¿se trata de un problema creado por los políticos y los medios de comunicación? Sobre todo la clase política. A veces se explota este asunto para defender posiciones relacionadas con las competencias o la financiación de esas entidades etéreas y sagradas, llámense Catalunya o España. Juegan con fuego, porque algún día puede llegar a crearse un problema real. El ´Manifiesto´ parte del presupuesto de que ese problema ya existe. Lo que hace es percibir la protección como agresión. ¿Cómo? Al contraponer una lengua hablada por 400 millones de personas frente a una lengua hablada por unos pocos millones, está claro cuál es la que corre mayor riesgo de desaparecer. Entonces, se decide una política discriminatoria con esa lengua minoritaria, como se hacen políticas discriminatorias para impulsar la igualdad de la mujer. Es lo natural. Es cierto que esas políticas a veces producen absurdos o son percibidas como atropellos y dan lugar a una reacción por la otra parte en clave de sueños jacobinos. El ´Manifiesto´ es un ejemplo de reacción jacobina, pero ¿a qué se refiere con los "absurdos"? Los nacionalismos, incluido el español, son ideologías en general homogeneizadoras y expansivas, porque aspiran a erradicar de una sociedad el resto de las memorias. Cuando se dice que en Madrid el españolismo habla de España como una realidad singular, y no plural, es cierto, pero ocurre igual con los catalanistas en Catalunya. Fíjese si no en las críticas al president Montilla por no hablar un catalán pata negra.Es un claro ejemplo de esa voluntad homogeneizadora y, por tanto, discriminatoria. La cúpula del PP lo ha firmado, pero no parecen entusiasmados con hacer causa de él en el Parlamento. Incluso Alícia Sánchez-Camacho ha dicho que no cree necesario firmarlo. Se trata de un indicio del giro del PP hacia posiciones más centristas. El PP ha aprendido que una de las causas de su derrota es el voto catalán. Saben que deben combatir la imagen de anticatalanismo a cualquier precio. Pero los impulsores del ´Manifiesto´ piden, específicamente, medidas legislativas. Sí, y no sólo. Se atreven a insinuar que habría que reformar la Constitución; ¡ellos, que se reivindican como principales defensores de la Carta Magna!

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