lunes, 16 de enero de 2012

LA FABULA DEL AVE FÉNIX

Mientras a Catalunya se le niegan las aportacione necesarias para seguir sustentando y liderando la economía española, millones y millones de euros son despilfarradosen proyectos y edificaciones que sólo generan pérdidas.

29 jun 2011
La Vanguardia
Màrius Carol
En este país a nadie se le cae la cara de vergüenza por hacer infraestructuras que no sirven para nada
El ave Fénix era un pájaro mitológico que se consumía en el fuego cada 500 años para resurgir de sus cenizas. El AVE Fénix de Toledo-Albacete es un tren legendario que se ha consumido a los cien días de echarse a volar, sin que nadie espere que un día resurja de ningún rescoldo. Este país de nuevo ricos que hemos construido, donde España ha presumido de ser campeona mundial de la alta velocidad en un ejercicio de papanatismo, pero sobre todo de despilfarro, ve cómo se anula una de las iniciativas que ha permitido sacar pecho al ex presidente José María Barreda en la reciente campaña, cuando presumía que Castilla-La Mancha era la única comunidad donde el AVE llegaba a todas las capitales de provincia. Finalmente, Renfe ha decidido suspender la línea ToledoCuenca-Albacete que contaba con 9 viajeros al día de los 2.190 potenciales. Esta cifra es casi la del total de viajeros de los seis meses que lleva funcionando el AVE. La línea tenía unas pérdidas de 18.000 euros diarios.
En este país a nadie se le cae la cara de vergüenza por hacer infraestructuras multimillonarias que no sirven absolutamente para nada. Se acabaron los días en que llegaban los miembros de la Administración Obama y el Gobierno les contaba que España era el Estado con más kilómetros de AVE en Europa. Y el segundo del mundo después de China. Estos mismos altos funcionarios de visita no entendían que estas líneas recorrieran territorios con escasa población y en cambio no conectaran el país con Europa. Germà Bel, ha escrito en España, capital París (Destino) que la lógica política de la alta velocidad es la de usar la ley y los subsidios del presupuesto para hacer realidad aquello que la dinámica económica no sustentaría en modo alguno: la radialización de las redes de comunicaciones en España. Como dijo en su día el ex presidente Aznar, se trataba de hacer una red ferroviaria de alta velocidad que, en diez años, situara a todas la capitales de provincia a menos de cuatro horas del centro de la península. Sería divertido poder leer un día el informe de los estadounidenses que estudiaron el AVE en España, aunque entonces ya comentaron con ironía que era impresionante el desarrollo de esta tecnología en el territorio, pero que su país no se lo podía permitir.

Aquí todo el mundo ha querido un AVE que llevarse a las urnas. Este AVE fantasma, de trenes vacíos, con más empleados que pasajeros, es una fábula de un país que se fue a dormir rico y se despertó pobre; y que después, cuando había despuntado el día, seguía soñando. Cuando ayer Merkel se desayunó con esta noticia debió de maldecir tanto dinero de las arcas alemanas para una obra ridícula. Seguramente debió pensar que habría salido más barato regalar un Mercedes a cada uno de los nueve pasajeros diarios que hacer este descosido multimillonario en las tierras del Quijote.

AUSTERIDAD SELECTIVA

Como dice el articulista Aetna, el Ave y determinados aeropuertos, han sido pensados en términos políticos y distorsionan gravamente los ingresos y aportaciones que requieren y reclaman otras comunidades.
PB


Del AVE a Aena, o cómo algunos elementos de la economía del despilfarro seguirán en un futuro

LV 14/01/2012 - 00:00h
Ramon Aymerich

Si Ana Pastor, la ministra, tuviera que huir a una isla y llenar el zurrón con lo que considera imprescindible, se llevaría consigo un AVE, el tren de largo recorrido, y la red de aeropuertos españoles, Aena. El AVE porque, como bien dijo este jueves, es algo que le parece "irrenunciable" para España. Aena porque se trata del "operador de aeropuertos más importante del mundo"...
Hasta el jueves, el AVE era una de las muestras de despilfarro más notorias de la economía española de la última década, una infraestructura pensada más en términos políticos que de coste/beneficio. En lo que toca a Aena, se la había comparado con Rumanía, por ser el único país europeo con el que España comparte la titularidad pública de la red aeroportuaria. Este era uno de los escasos consuelos de la crisis, que había abierto una revisión profunda de muchos de los vicios que aquejan de forma crónica a la economía española. Pues no...
Las grandes crisis no vienen solas. Llegan con unas inmensas gafas que permiten ver las cosas de una manera muy diferente de como se percibían durante los años felices. Un caso extremo: hace ahora sólo un año, se celebró en una capital española un foro sobre el futuro de las cajas. La crisis ya llevaba meses andando, pero la mirada de los presentes no había cambiado. Nadie se extrañó de que la sede central de la caja local pareciera una réplica fallida del Guggenheim bilbaíno, que la Administración autónomica pertinente estuviera representada por una nutrida delegación, que los canapés abundaran a toda hora y que se hubiera pensado incluso en un "detalle" para las esposas de los asistentes.
Visto con las gafas de hoy, aquello puede parecer una marcianada. Como lo parecen ahora, es sólo un ejemplo, los salarios, pensiones e indemnizaciones de los gestores las cajas de ahorros; los departamentos de "normalización de género" de muchos ayuntamientos, los aeropuertos levantados sin presupuesto ni proyecto de mercado, las diputaciones provinciales y unas cuantas cosas más...
Pero ese movimiento de profunda revisión ha empezado a detenerse. La recuperación de la desgravación fiscal a la vivienda ya demostró las dificultades de la economía española para imaginarse un futuro sin ladrillo. Las declaraciones de la ministra Pastor revelan ahora que hay elementos de aquel modelo de despilfarro que van a perdurar más allá de la burbuja. Algunas por simple necesidad y falta de imaginación; otras porque se consideran estratégicas en el modelo pensado para España por una elite que acelerado el paso centralizador. O sea que, tómenselo con calma: iremos en AVE a todas partes y no cerraremos aeropuertos, por deficitarios que sean. Pero eso sí, seguiremos con las colas de la sanidad y Andreu Mas-Colell deberá perseguir al último subsecretario para pagar las nóminas. Es lo que viene.

EN CONSTRUCCION 2

EN CONTRUCCION 1