sábado, 28 de noviembre de 2009

Y que dice "EL MUNDO" ?

FERRER MOLINA
Viernes, 27 de noviembre de 2009.- La campaña en contra del Constitucional (que no contra la sentencia sobre el Estatuto, que no existe) y las amenazas de que su pronunciamiento quebrará la convivencia en Cataluña y las relaciones entre esta comunidad y el resto de España, no por alarmistas deberían influir en su trabajo.

En el caso de que, cuando se haga público el fallo, éste fuera mayoritariamente considerado negativo en Cataluña, como se dice, sólo podrían ocurrir dos cosas. Que la sociedad catalana aceptara con normalidad democrática la sentencia aun no compartiéndola (que sería lo lógico y deseable) o que, como vaticina su clase política, se creara una situación insostenible entre la Generalitat y el resto del Estado.

Ninguna de ambas hipótesis debería alterar el pulso de los magistrados. En el caso de que se diera el segundo supuesto, no sería desde luego al Alto Tribunal al que hubiera que pedir cuentas. Su trabajo es el de valorar la constitucionalidad de las leyes, no el de ponderar cómo reaccionarán o dejarán de hacerlo los afectados.

Una de las ventajas de vivir en democracia es que están perfectamente previstos los mecanismos para superar los problemas que genera la convivencia. Si la sociedad catalana ansía mayores cotas de autonomía está legitimada para solicitarlas, pero debe hacerlo por los cauces apropiados. Lo que no puede pretender es conseguirlas a costa de retorcer la Constitución. Eso sería un fraude.

Si los ciudadanos de Cataluña quieren que su comunidad se titule nación, si quieren tener derechos y deberes distintos a los del resto de españoles, quieren tener un Poder Judicial propio, quieren que la Generalitat mantenga con el Estado una relación bilateral y quieren que ésta desarrolle su propia política internacional, sólo por citar algunos ejemplos contemplados en el Estatuto, están en su derecho, pero para lograrlo quizás (a ver qué dice el Tribunal) tengan que cambiar antes la Constitución. Y hay mecanismos para hacerlo.

Lo que no es correcto es que se trate de romper el tablero o cambiar las reglas del juego cuando éstas no combienen a los intereses de una de las partes.

Opine o lea comentarios sobre este tema
Pásalo >> Anuncios Google
Treballa a la Generalitat

No hay comentarios: