Como dice el articulista Aetna, el Ave y determinados aeropuertos, han sido pensados en términos políticos y distorsionan gravamente los ingresos y aportaciones que requieren y reclaman otras comunidades.
PB
Del AVE a Aena, o cómo algunos elementos de la economía del despilfarro seguirán en un futuro
LV 14/01/2012 - 00:00h
Ramon Aymerich
Si Ana Pastor, la ministra, tuviera que huir a una isla y llenar el zurrón con lo que considera imprescindible, se llevaría consigo un AVE, el tren de largo recorrido, y la red de aeropuertos españoles, Aena. El AVE porque, como bien dijo este jueves, es algo que le parece "irrenunciable" para España. Aena porque se trata del "operador de aeropuertos más importante del mundo"...
Hasta el jueves, el AVE era una de las muestras de despilfarro más notorias de la economía española de la última década, una infraestructura pensada más en términos políticos que de coste/beneficio. En lo que toca a Aena, se la había comparado con Rumanía, por ser el único país europeo con el que España comparte la titularidad pública de la red aeroportuaria. Este era uno de los escasos consuelos de la crisis, que había abierto una revisión profunda de muchos de los vicios que aquejan de forma crónica a la economía española. Pues no...
Las grandes crisis no vienen solas. Llegan con unas inmensas gafas que permiten ver las cosas de una manera muy diferente de como se percibían durante los años felices. Un caso extremo: hace ahora sólo un año, se celebró en una capital española un foro sobre el futuro de las cajas. La crisis ya llevaba meses andando, pero la mirada de los presentes no había cambiado. Nadie se extrañó de que la sede central de la caja local pareciera una réplica fallida del Guggenheim bilbaíno, que la Administración autónomica pertinente estuviera representada por una nutrida delegación, que los canapés abundaran a toda hora y que se hubiera pensado incluso en un "detalle" para las esposas de los asistentes.
Visto con las gafas de hoy, aquello puede parecer una marcianada. Como lo parecen ahora, es sólo un ejemplo, los salarios, pensiones e indemnizaciones de los gestores las cajas de ahorros; los departamentos de "normalización de género" de muchos ayuntamientos, los aeropuertos levantados sin presupuesto ni proyecto de mercado, las diputaciones provinciales y unas cuantas cosas más...
Pero ese movimiento de profunda revisión ha empezado a detenerse. La recuperación de la desgravación fiscal a la vivienda ya demostró las dificultades de la economía española para imaginarse un futuro sin ladrillo. Las declaraciones de la ministra Pastor revelan ahora que hay elementos de aquel modelo de despilfarro que van a perdurar más allá de la burbuja. Algunas por simple necesidad y falta de imaginación; otras porque se consideran estratégicas en el modelo pensado para España por una elite que acelerado el paso centralizador. O sea que, tómenselo con calma: iremos en AVE a todas partes y no cerraremos aeropuertos, por deficitarios que sean. Pero eso sí, seguiremos con las colas de la sanidad y Andreu Mas-Colell deberá perseguir al último subsecretario para pagar las nóminas. Es lo que viene.
lunes, 16 de enero de 2012
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