CATALUNYA acogerá, finalmente, la sede del Laboratorio de Secuenciación Genómica, una decisión acordada entre el Gobierno y la Generalitat, que consolida la apuesta por la investigación y la innovación y que confirma el liderazgo catalán en el campo de los estudios y análisis genómicos aplicados especialmente a la medicina y a la industria farmacéutica.
Una decisión a la que se llega después de complejas negociaciones entre las dos administraciones involucradas y cuyo éxito final se debe al tesón puesto desde el Govern, pero también al hecho de que la titular del ministerio de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, es una experta en biomedicina.
Catalunya tiene una larga experiencia en la investigación genómica que, además de albergar el núcleo de la industria farmacéutica, dispone de los parques científicos de Pedralbes, el de Recerca Biomèdica, junto al hospital del Mar, yel del consorcio Biopol que, precisamente anteayer, inauguró la ministra de Investigación, Cristina Garmendia, en l´Hospitalet de Llobregat. Un instituto que pretende ser una plataforma de proyección internacional y que dedicará su labor al cáncer, las neurociencias y las enfermedades crónicas y degenerativas. A esta presencia científica se suma, entre otras, la labor investigadora de la UAB, el hospital Clínic, Vall d´Hebron o Can Rutiyel hecho de que la participación española en el Consorcio Internacional del Genoma del Cáncer será coordinada por investigadores del citado hospital Clínic.
Por tanto, era lógico que Catalunya fuera la elegida para albergar el mayor laboratorio de análisis genómico de España, una institución destinada a dar servicio a todos los investigadores españoles, que se centrará en el estudio de la secuencia genómica de la leucemia y que será sufragada a medias entre el Estado y el Govern. Además, fue en Catalunya donde se gestó desde el 2003 el proyecto de este laboratorio, partiendo de las necesidades expresadas por investigadores biomédicos y bioinformáticos. Y con la disposición de la Generalitat a apoyarlo y albergarlo.
Es evidente que el futuro de las sociedades se basa en su capacidad de investigación e innovación. España y Catalunya, por motivos históricos, van con retraso respecto a los países del entorno y deben hacer un esfuerzo, no sólo por aumentar las inversiones, sino también en el aprovechamiento de las sinergias. Este es un caso paradigmático, por todo lo citado, del funcionamiento de una economía de escala que ha de redundar en beneficio de todos.
22 11 08 la vang Editorial
sábado, 22 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)